
Ficha catalográfica:
Zapata Olivella, Manuel, 1920-2004
Pasión vagabunda : relatos (1949) / Manuel Zapata Olivella. — 3a. ed. — Cali : Universidad
del Valle, 2020.
234 p. ; 24 cm. — (Año Manuel Zapata Olivella / Ministerio de Cultura)
Incluye glosario. — Contiene datos biográficos del autor.
ISBN 978-958-5599-88-8 (edición digital en pdf)
978-958-5599-87-1 (edición impresa)
1. Zapata Olivella, Manuel, 1920-2004 – Crítica e interpretación 2. Cuentos colombianos – Siglo XX 3. Literatura colombiana – Siglo XX I. Título II Serie
CDD: Co863.44 ed. 23
CO-BoBN–
Pasión vagabunda (1949)
Reseña. Sobre Pasión vagabunda, el maestro Manuel Zapata Olivella confiesa: “No quería editar este libro. Todavía sospecho que no debí hacerlo. Puede ser un mal ejemplo. Cuando hice esta travesía eran otros tiempos. Ahora, si un joven decide hacer un recorrido semejante, corre el riesgo de no llegar a ninguna parte”. Sin embargo, este libro, cuadro a cuadro, es el relato de su “vagamundaje”, entre 1943 y 1947, por extensas y sufridas, y también modernas, regiones de Colombia, Centroamérica y México hasta la frontera con Estados Unidos, en su apasionada búsqueda de sí mismo.
Pasión vagabunda, en una prosa escueta y desenvuelta, relata una serie de viajes compulsivos, que el autor emprendió sin un centavo en sus bolsillos y, por tanto, sin con qué costearse un vehículo, alborozada o atrozmente a pie. […] ¿Era Manuel un escritor que erraba por el planeta o, más bien, un errabundo que comenzó a escribir para narrar sus errancias? Aunque lo segundo lo emparentaría con Marco Polo, con Heródoto, con Loti, prefiero inclinarme por lo primero. Para mí, la literatura es pasión que él traía desde la cuna.
[…] Zapata Olivella no se conforma con la relación de paisajes y de costumbres, sino que trata de mostrar, en forma descarnada, las luchas y pasiones del ser humano, la relación que es posible establecer con nuestros semejantes, el sinsabor de los adioses y el regusto sápido de la aventura. De esa manera, el escritor colombiano salpimienta los incidentes de su recorrido a pie entre Bogotá y Buenaventura y hacia las márgenes del río San Juan. Y, luego, tras un corto reposo, la odisea que tanto lo enorgullece y que lo condujo a pie hasta la vieja Tenochtitlán de los aztecas, luego de atravesar toda la América Central.